[FanFic]-[El Cumpleaños 38 de Integra]

Integra se sentaba en el asiento trasero de su automóvil, en tanto Mouse conducía. Las ventanas estaban bajas, para que disfrutara uno de sus cigarros. La noche era pacífica, no hacía calor ni frío. Pero la lluvia amenazaba bajar de unas nubes oscuras. Y aunque la luna creciente parecía sonreír, ella no sintió que fuera de ese modo.

Hoy cumplía treinta y ocho años. La gente supone que los cumpleaños se hicieron para pasarse con amigos y familia. Integra exhaló pesadamente, dibujando una serpiente de humo blanco en el aire. Integra Fairbrook Wingates Hellsing no tenía amigos, tan sólo enemigos, y tampoco familia. Hasta Walter había muerto... Corrección: no muerto.

Miró el reflejo del asiento delantero en el espejo del conductor, donde debió ver a la adolescente, de cabello negro corto y ojos rojos, sentada en el lugar que correspondía a Walter. Sólo era el reflejo del asiento vacío. La chica se llamaba Kalle, pero prefería que le dijeran Mouse. Cuando preguntó por qué, ella explicó que era un seudónimo que su madre le había dado. Tal madre había sido humana, una virgen guerrera del pueblo nórdico. Pero su padre no. Alucard. Integra había encontrado extraño tal parentesco. Nunca pensó que él pudiera amar a nadie. Sin embargo, había engendrado un niño. Eso también provocó que Íntegra se preguntara si había sido de consentimiento mutuo. Alucard nunca demostró compasión alguna por nadie, pero sin embargo él le entregó a Mouse, como su nueva guardaespaldas durante el día.

-Es media sangre. La protegerá y servirá en todo lo que necesite, Amo.

Y como Walter era ahora un vampiro, no podía acompañarla durante esas horas. Así fue como Mouse lo reemplazó. Como mayordomo, debía elogiarla, pero no era Walter e Integra extrañaba esa "figura paternal".Dios, cómo le hacía falta. Había sido más que un sirviente: Un protector, un confidente y un mentor. Sustituyó a su padre, una vez que él murió. Fue su profesor. Fue con su ayuda y orientación que logró hacer su trabajo. Él la vio entrenarse, mantuvo sus horarios rectamente, y la obligó a mantener una alimentación equilibrada y sana. Fue él quien escuchó amable y pacientemente cuando se quejó, gritó, lloró y celebró cada evento en su vida. Él había sido todo. Su corazón se partió en dos cuando supo lo que Millenium había hecho con él. Ella debió dispararle. Arrancar esa miseria y liberar su alma o lo que quedaba de ella. Pero no pudo... Sencillamente no pudo hacerlo.

El nuevo Walter, Oscuro, como empezaron a llamarlo , era silencioso y retraído. Se sentaba por horas , sin mover un músculo o decir una palabra. De hecho, si decía dos palabras, estaba comunicativo. Lo habían trasladado al sótano, con los otros vampiros. Ahora, ella tenía cuatro. Walter era parte de esa familia, no de la suya. Pensar en eso la entristecía. Integra se frotó los párpados y despejó su garganta para tragar en seco lo que se formaba allí. Ya había llorado por Walter, más de lo que había llorado por nadie jamás, y no empezaría otra vez.

-Amo.-Llamó Mouse , desde el asiento delantero.-Llegamos.

Integra exhaló otra vez mientras miraba a través de la ventana. Allí, en toda su gloria radiante para una festiva tarde, se encontraba el Palacio de Buckingham. Íntegra gimió al recordar porqué se encontraba allí.

Había sido un día oscuro y frío. Vio a la Reina y supo para qué había sido convocada. Todo eso fue dejado de lado para soportar la masa de insultos por parte de sus pares, siempre que visitaba el gabinete.

Integra erguida ante la mesa semi circular.

En el centro, su majestad sentada, a su alrededor cualquiera de los miembros del Gabinete. Lord Island, Lord Kent, Lord Wallace, y Lord Scarlett eran los más expresivos al opinar sobre ella. Los otros meramente situaron su atención y se regocijaron del llevar una posición que le era negada.

-¿Alguien ha considerado, acaso, que ella tal vez sea estéril?-Preguntó Lord Island.-Sería una pena y una pérdida de tiempo , forzar a una pobre jovencita a casarse y más aún si ni siquiera eso asegura un heredero.

Integra sólo miró a Lord Island. No puedo creerlo.¿Era esa su manera, enferma y retorcida, de tratar de ayudarla a evitar una cita? Su rostro pudo haberse tomado por "plácido", pese a que rabiaba por dentro.

Ya habían cuestionado sus habilidades : ¿Va a dirigir Hellsing sola¿A cargar con toda la responsabilidad completamente sola? Si se viera obligada a hacerlo...¿Podría usted matar seres humanos?

Pero esto es algo nuevo, para lo cual nunca se había preparado.

Si los ojos de Íntegra hubieran sido dagas, Lord Island hubiese sido apuñalado cruelmente. Esa imagen mental casi la hizo sonreír débilmente.

Sin embargo, su atención regresó cuando su majestad habló.

-Señor Island, su preocupación es admirable.-Comenzó la Reina e Íntegra notó la diplomacia de las palabras. Personalmente, ella se hubiera inclinado por decirle al viejo bastardo que se jodiera a sí mismo. Pero suspiró pesadamente y dejó que su Majestad continuara.-Sin embargo, le aseguro que, médicamente, se comprueba que posee un cuerpo sano y reservado para engendrar niños en su seno. Lo que resta es encontrar un esposo conveniente. Uno que no solamente le dé un heredero, sino que esté en condiciones mentales y físicas de mantener la Organización Hellsing, mientras que ella se licencia por maternidad.-Acabó la Reina.

-¿Mentales?- Preguntó Lord Sate.

-Sí, Lord Sate. He visitado la Casa Hellsing desde hace tiempo y , créame, necesitaría de todo su ingenio si pretendiera vivir allí.-Clarificó su Majestad.

-Su Majestad, le aseguro que el calibre de los hombres que hemos escogido este años son más que capaces de manejar todo lo concerniente a Hellsing. Hasta a la mascota de la Organización.-Indicó el señor Hipwood.

Integra gruñó. Nadie llamaba a Alucard "mascota", salvo ella. Nadie más tenía derecho. No le permitiré eso a cualquiera.

-Hemos tenido que buscar una nueva selección de potenciales. Sir Hellsing rechazó tres del último grupo. Puedo decir felizmente que Sir Travis Wayne regresará del asilo mañana. Por otra parte, esa restricción lo ha hecho inelegible para este año. Sin embargo, puedo también decir , sin ninguna duda que los hombres elegidos este año son del calibre más alto. Líderes no solamente en sus respetadas comunidades, sino también en sus respectivos campos .-Dijo Hipwood.

Es lo que usted dijo hace tres años. Pensó Integra. Y no los rechacé, fue Alucard el que los espantó.

Integra recordó su cumpleaños número treinta y cinco, aunque había intentado olvidarlo. Libre de la prisión, intolerante públicamente. La Reina había insistido que su cumpleaños fuera llevado a cabo en la Mansión Hellsing, de modo que los candidatos potenciales pudieran ver exactamente en lo que conseguirían. Integra le había pedido a Alucard que se comportara. Que permaneciera fuera de su vista. Él había obedecido pero, de alguna manera, asustó a cada uno de los pretendientes, siempre que cualquiera iba al encuentro de ella. Lord Stanley todavía lloraba y huía cada vez que tenía la desgracia de verla. La Reina había aprendido el error a su manera, y por eso el por qué de que el cumpleaños de Integra fuera llevado a cabo allí en el Palacio de Buckingham, mañana por la noche.

-Sir Hellsing.-Llamó la Reina, alejando a Integra de esos pensamientos.

-Sí, Su Majestad.

-Usted ha tenido cuatro años para pensar en esto. ¿Ha elegido un candidato por su cuenta?

Integra deseó preguntarle cómo demonios ella pensó que tendría la tiempo para eso. Primero, los hermanos Valentine la atacaron. Entonces, Zorin había destruido totalmente la sección principal de su edificio. Luego, la guerra contra Millenium y el Vaticano : una loca matanza. ¿Y qué consiguió a cambio? Una sentencia de dos años de cárcel por traición. ¿Con quién diablos pudo haber salido? Había muchas cosas que Integra deseaba decir, pero todo lo que dijo fue...

-No, su Majestad. No lo he hecho.- Integra contestó.

-Sir Hellsing, nos disculpamos por tener que hacer esto con usted.- Comenzó la Reina.

Entonces no lo hagan. Pidió Integra para sí misma.

-Sin embargo, usted pronto tendrá cuarenta años de edad. Elegirá un esposo de los candidatos presentes en su cumpleaños mañana por la noche. Permitiremos un noviazgo de seis meses y entonces contraerán nupcias el trece de noviembre.- Indicó la Reina.

Integra apretó sus puños. Estaba a punto de perder su libertad para siempre.

-Como desee, su Majestad.- Dijo, constante y firme.

La determinación no dejó ver su grito. Nunca verían cómo se sentía en verdad. Cuánto ella los odiaba. Cuánto ella deseaba huir lejos y dejarlos morir en manos de su propia creación. Oh, sí. Ella lo sabía. Alguien en la Mesa Redonda había traicionado a Inglaterra. Ella también estaba segura de que, quien hubiese sido, lo haría de nuevo.

-Lo sentimos en verdad , Sir Hellsing, pero el tiempo no espera a nadie. No esperó a su padre.-Le recordó la Reina.

Integra apretaba sus puños tan difícilmente ahora que sus nudillos eran blancos y sus manos comenzaban a sangrar. Recordó que la enfermedad se había llevado a su padre demasiado pronto. Teniendo ella trece años, y era una niña.

-Y no la esperará.- Declaró la Reina.

La muerte y la traición la habían rasgado desde el principio de su vida, de esos rasgones a los fragmentos, y esos mismos se habían hecho jirones. Aquí está tu vida ahora, cariño, buena suerte.Boom, Boom, Boom. Eso lo hizo oficial. Integra escuchó el golpe en el piso, molestoso, cada vez. Hasta que se quedó a solas, parada allí, estancada y se felicitó a sí misma por esos planes que funcionaban maravillosamente. Sus planes, mi vida.

Su expresión seguía apacible. Aprendió que podía mantener un muro y a cualquiera que la viera desde fuera, le parecía fuerte , confiable e independiente. Por dentro se perdía, a solas en la oscuridad. Sólo entonces se sentó y suspiró pesadamente. Hasta el momento, había asumido que ella se casaría cuando estuviera lista. Hasta el momento, ella ni siquiera había pensado en ello. Esta vez estaba fuera. Era oficial... Una Orden Presidencial.

Integra pisó su cigarro y ajustó sus hombros, pues Mouse abrió la puerta, buscándola.

Otra batalla a la que se hará frente. Pensó. Sólo que esta vez, tengo que elegir a un vencedor.