sábado, 16 de junio de 2007

[FanFic]-[El Cumpleaños 38 de Integra]-[Cap.3]

Mouse caminó hasta Sir Evans Junior y le pidió disculpas.

-Lo siento, joven Evans-Interrumpió cortésmente.-Sir Hellsing quiere tener unas palabras en privado con usted.

-¿En verdad¿Y en privado?-Preguntó.

-Vaya, Charles.-Lo alentó Sir Wright Junior.-Quizás te ha elegido.

-Nah, no Integra.-Dijo Sir Jeffery Jr.- Ella no es del tipo que toma esas decisiones tan rápido.

-Joven, ella lo espera.-Le recordó Mouse.

-Sí, Charles. Ve. Es descortés hacer aguardar a una dama.-Rió Sir Island Jr.-Si pierdes el barco, se irá en mi yate...

Sir Evans Jr. se disculpó y acompañó a Mouse. Ella abrió la puerta para él y señaló hacia donde estaba Integra, sentada en un sofá, esperando. Integra Hellsing era una mujer muy hermosa. Era una vergüenza que tuviera que matarla; pero sabía que solo podía haber un Amo en Hellsing. Por lo menos conseguiría algo bueno durante sus intentos... ¿Quién sabía cuánto tomaría embarazarla? Sería divertido intentar.

-Sir Integra Hellsing.-Saludó con un arco pronunciado.

La mujer se puso en pie, para hacerle frente.

-Sir Charles Evans.-Le reconoció cortésmente.

Mouse los miró hablar desde las sombras mientras esperaba su señal. Comenzó una conversación cortés; preguntas sobre su familia y su trabajo, gustos y aversiones. Entonces llegaron las preguntas acerca de su lejano futuro juntos. Repentinamente, Integra hizo la pregunta que Mouse esperaba.

-¿Qué haría, Sir Evans, si un vampiro lo atacara¿Podría proteger a la gente de Inglaterra contra las fuerzas del mal?- Preguntó seriamente, mientras Mouse se materializaba, como niebla desde el balcón y descubría sus colmillos, mientras gruñía anomalísticamente.

Integra sonrió. Mouse usaba un vestido blanco, que fluía bajo sus pies, rozando el suelo con el cabello largo y castaño a sus hombros. Levitó contra la imagen de la luna. Digna de una película de horror.

-¡Santa Mierda!-Exclamó Sir Evans Jr. saltando del sofá.

Mouse entró flotando, pareciendo pálida y trágica, con el rojo brillante quemando sus ojos, acercándose al hombre contraído de miedo. Él trató de correr hacia la puerta, pero Mouse se desapareció y re-apareció frente a ella. Tragó en seco y trató de buscar alguna solución.

-Mhhhhh...¿Qué tenemos aquí? Cena y postre...-Susurró, mientras flotaba en torno a Integra y hacía arañazos fingidos, como intentando matar al Joven Evans.

-No me come hasta después de la cena...-Dijo tembloroso, moviéndose hacia atrás.

-Ah, de su cena...-Mouse sonrió.-¿Ella era el postre?

-Sir Integra, haga algo.-Suplicó Evans.

Integra le ofreció el arma de Mouse.

-Tienes que matarla.-Pidió.-Antes de que mate a otros.

-¿Qué¡Yo! No. ¿No hay soldados para eso?-Balbuceó estúpidamente.

-No aquí. Usted es el único.-Dijo Integra, con firmeza.

Sir Evans miró el arma. Esto no podía estar sucediendo. Como Amo de Hellsing, el podía pedirle a otros que lucharan y mataran por él. Nunca supuso que ese puesto precisara que también él peleara y muriera.

-No, debemos escapar.- Dijo, ahora sacudiéndose.-Hay que advertir a los otros invitados.

Integra lo miró, mientras que él miró a Mouse, parada prácticamente en su cara. No lo había atacado todavía y él ya había mojado sus pantalones. No era tampoco demasiado brillante, aunque eso pudo haber sido por el miedo; ni siquiera se había dado cuenta de ello.

Sir Hellsing guardó el arma y sacudió su cabeza.

-Mi esposo debe tener un temple fijo.-Dijo sentándose en el sofá.-Mátalo.

-¡¿Qué?!-Sir Evans Jr. exclamó, mirándola fijamente.- ¡Eso significa que es uno de sus vampiros!

-Era una prueba y usted falló.-Anunció.-Mouse, es todo tuyo.

La chica saltó sobre el Joven Evans y clavó los dientes en su cuello. Él intentó gritar, pero paró drásticamente, quedando inmóvil mientras imágenes de sangre y muerte desfilaban ante sus ojos.

-Suficiente, Mouse.-Pidió Integra.-Déjale algo de cordura.

Ella se detuvo y volvió a transfigurar el vestido en su uniforme .

-¿Lo arrojo afuera, con la basura?-Preguntó suavemente, con una mueca malvada.

-Déjalo en un cuarto vacío. Pensará que fue un sueño inducido por el alcohol. Además, no quiero que hable con los otros aún.

-Si, Ama.-Concordó Mouse, cargando el cuerpo al hombro.

-Tráeme al siguiente, cuando termines con él.-Ordenó Integra, sonriendo cuando pensó en lo que restaba de la noche.

Así fue pretendiente tras pretendiente. Integra y Mouse se deshicieron de los cobardes. Pero los ganadores del primer round tenían que hacer frente a algo más.

-¿Qué!-Gritó Sir Wright Jr.-¡Quiere que firme un pre-nupcial!

-Sí.

-¡Es absurdo¡Tengo mi propia fortuna¡¿Por qué desearía la suya!-Gritó aireadamente, apaleado por la idea de que lo considerara un saquea-tumbas.

-No, usted tiene el dinero de su padre. Heredará todo cuando él muera. Ese dinero permanecerá en su familia. Con este acuerdo, mi dinero permanecerá en mi familia y mis niños lo administrarán.-Confirió Integra.

-¡Cree que no me encargaría de NUESTROS hijos!-Estalló.

-Creo que no puede cuidar de usted mismo, menos de mis hijos o de mi Organización.-Contradijo con rabia.

-¡Al diablo con usted, con su Organización y con su pre-nupcial!-Gritó Wright, como una tormenta, azotando la puerta.

Integra se sentó , tratando de relajarse, cuando Mouse apareció y le tendío un cigarro.

-Aquí, Ama. Pensé que podría necesitar esto.-Le dijo, sentándose a su lado.

Lo tomó, agradecida y la chica lo encendió. La nicotina comenzó a relajarla.

-Leíste mi mente, Mouse.-Se sonrieron, suavemente.-Tenías razón. Solamente Sir Scarlett y Sir Wellington pasaron ambas pruebas.-Juzgó al fin.

Mouse miró hacia la puerta. Podía oírlos y casi verlos venir.

-No han terminado aún, Ama.-Dijo, poniéndose en pie de un salto, tomando la posición de guardia entre Integra y la puerta, que se abrió , como azotada por una tormenta: Los Caballeros y sus hijos rechazados.

-¡Integra Hellsing!-Comenzó Sir Island.-¿Qué significa todo esto¡Le pidió a mi hijo un acuerdo pre nupcial!

Mouse hizo aparecer una espada y amenazó con ella al aire, dando a entender lo que pasaría si se acercaba. Sir Integra no habló ni se inmutó hasta terminar su cigarrillo. Sólo entonces, apagó la colilla y se cruzó de brazos, para esperar acusaciones.

-No es un soldado cualquiera¡Es el mismo demonio y trató de matarme!-Chilló Sir Morse Jr.

-¿Es todo¡No es nada¡Ella me violó!-Demandó con el puño en alto Sir Milton Jr.

-¿Qué!-Exclamaron los otros.

-Kalle.-La llamó Integra.

-¿Si, Amo?-Asintió sobre su hombro, sin dejar de mirarlos.

-¿Lo hiciste?-Preguntó sin demasiado interés o cuidado.

-No, Ama.- Hizo una mueca traviesa.-Se lo sugerí por hipnosis, mientras dormía "por el licor" y lo creí justo. Si después de todo iba a hacerle lo mismo a usted, pensé que debía sucederle primero.

Sir Milton Jr. se ruborizó con fuerza y empezó a inflarse indignado.

-¡Yo nunca...!-Empezó a gritar sin aire, antes de que Mouse lo interrumpiera suavemente:

-Eso no es lo que dijo a su padre.

Se rió con malicia.

-¡Es intolerable! Sir Integra, se supone...-Comenzó Sir Milton.

-Que elija un esposo.-Acabó la frase, mirándolo con odio.-Y ya que es mi única opción, elegiré un hombre que se adapte a mis necesidades. Debe ser valiente e íntegro. Y por sobre todas las cosas, debe poder manejar la Organización PARA MÍ, SIN pensar en tratar de USURPÁRMELA.

Sir Wellington había oído suficiente. Trató de ir hacia ella, de hablar "cara a cara" pero Mouse se lo impidió.

-¡Quítate de mi camino, sirvienta! Sabes cuál es tu lugar.-Le gruñó.

-¡Yo lo sé!-Replicó, aterradoramente.-¿Sabe usted el suyo?

-¿Cómo te atreves? Soy Sir Albert Wellington, hijo de Sir Edward Wellington , el Consejero de la Reina en la Mesa Redonda. ¿Y tú quién eres?-Declaró con toda su presunción.

-¿Yo? No soy nadie.-Contestó orgullosa con una sonrisa quebrada.- Nací en un orfanato de nadies. Sir Integra Hellsing arriesgó su vida para salvarme cuando los vampiros lo atacaron. ¿Dónde estaba usted? Ella me salvó y me dió un nuevo hogar. Me confía todo lo que tiene, incluso su vida. No hay nada que no haría por ella. ¿Puede usted decir lo mismo?

Sir Wellington comenzó a decir algo, pero Mouse lo interrumpió.

-Usted nunca mira a la gente que está por debajo, como yo. Se le olvida que esa gente sirve el vino en su copa y prepara su comida. Usted y todos los que son como usted, declaran su importancia para el mundo y después olvidan agradecer por lo menos una vez a quienes deben la vida.-Y recalcó.-¡Si uno de ustedes quiere a mi Ama como esposa, deberá pasar sobre mí antes!

Mouse los había desafiado. Integra esperaba para ver quién daría un paso adelante, si es que alguno se atrevía. Nadie se movió, tal y como lo esperaba. Sonrió por dentro. Tenía buenas razones para hacerlo. Una mentira espectacular, tanto que le costaba no creerla. Sacudió su cabeza.

De repente, alguien se abrió paso al frente. Sir James Wellington Jr.

-Lindo discurso.-Dijo, mirando a Mouse, cuyos ojos lo enfocaban desde que había empezado a moverse.

-Entonces, si quiero a Integra, tengo que pasar sobre ti ¿Verdad?-Blandió su propia espada. Mouse arqueó las cejas y lo imitó.

-Derróteme y podrá tenerla.

-¿Reglas?

-Si la ama de verdad, no dejará que nada lo detenga.-La chica hizo una mueca.

-Bien. Sin reglas.-Él sonrió.

James avanzó contra Mouse y empezó el combate.

-¡Están enfadados!-Gritó Sir Jeffery.-Pare esto de inmediato.

-Integra.-Llamó Sir Scarlett Jr.-¿No hará nada al respecto?

-No.-Contestó, mirando atentamente el combate.

Los demás Caballeros y sus hijos se retiraron a su manera, intentando no recibir puñaladas. James y Mouse esquivaban, paraban, se empujaban y arremetían otra vez. De pronto , James fue contra la puerta. Tenían las espadas cruzadas y pudo distraerla, empujándola al suelo. Mouse lo miró y se limpió la sangre del labio inferior.

-Bien, muy bien.-Sonrió.-Hora de la verdad.

Se sacó la chaqueta del uniforme y , al igual que James, se arremangó la camisa. Con más comodidad, siguieron tomando territorio del salón de fiesta. Los demás invitados gritaron y huyeron a medida que los notaron.

Aunque fuera un combate simple, pelearon como si se odiaran. Mouse lo superó. James intentó derribarla. Ella giró y lo golpeó en la espalda. James cerró los dientes y giró otra vez, tomando aire. Se deslumbraron mutuamente y sonrieron.

-Estamos iguales.

-Sólo por decir eso, cuando Integra y yo nos casemos, duplicaré tu paga.-Bromeó James.

Mouse levantó una ceja y él avanzó otra vez. Continuaron, espada a espada. De alguna forma , La Reina supo de esto, porque llegó a verlos combatir arduamente. La chica pudo verla por el rabillo de su ojo y decidió acabar de una buena vez. Tomó la espada de James y le dió un puntapié en el estómago. Él se dobló de dolor y entonces ella lo pateó en la cara, con la rodilla. Cayó al piso y Mouse puso un pie su pecho para indicar la victoria. Lo miró fijamente, colocando la espada en su garganta.

-¿Como en sueños?-Preguntó.

-No, pero quizás consideraría cambiar algo en ellos.-Contestó con una sonrisa.

Mouse fue hasta su rodilla y le susurró:

-Pues nunca incluya mi trasero…-Ella hacía muecas, seductoras.

-¿Qué significa ésto?-Interrumpió La Reina, alterada por el sonido de las espadas en su palacio.

Todos se inclinaron ante su Majestad. Ella caminó hacia ellos y levantó una ceja de "Tendría que haberlo sabido".

-Sir Hellsing, explíquese.

-Kalle, mi guardaespaldas, me ayudaba a escoger pretendientes.-Informó Integra.

-¿Matándolos?- Preguntó La Reina.

-No estoy muerto aún, Su Majestad.-Gimió James mientras Mouse lo ayudaba a levantarse.

-Entonces¿Ha elegido?

-Reduje la lista a dos Caballeros, Su Majestad.-Anunció Sir Hellsing.-"Sir William Scarlett y Sir James Wellington.

Ambos hombres dieron un paso adelante con sus nombres.

-Bien, Integra. Elige uno.

-Caballeros, he preguntado mucho esta noche. Ahora, les daré la oportunidad de hacer las preguntas. Tres cada uno.-Anunció.

Para no ser opacado por Sir James Wellington, Sir William Scarlett dió un paso adelante y habló primero.

-¿Dirá absolutamente toda la verdad?-Preguntó.

-Sí. Tiene mi palabra como Caballero y esa ha sido su primera pregunta.

Mouse levantó una ceja cuando el padre de William se quejó de que Integra que era injusta. Pero él continuó.

-¿Será fría y distante, incluso luego de que nos casemos?

-No si prueba que puedo confiar en usted. Puede ser un matrimonio, pero continúa siendo una unión dispuesta entre dos partes y que puede ser "beneficiosa" para ambas.

Ella no quiso decir que amaba. No podía decir esa palabra. Estaba segura de que podrían vivir juntos, pero sospechaba que nunca podría amarlo.

-Mi última pregunta , entonces, es ésta¿Cambiará y será una joven esposa , algo más apropiada? Después de todo, será madre algún día. ¿Es así como criará a nuestros hijos?- Preguntó, ásperamente.

Integra lo miró y fingió considerar la pregunta.

-¿"Una joven esposa, algo más apropiada"? Mhhh... Es un asunto de mi trabajo, lo considero parte de mi familia. La respuesta es "No". No, no cambiaré... Por cualquier hombre. En cuanto a nuestros hijos, serán criados correctamente, para llevar adelante mi Organización.

Mouse podía ver a la gente sacudiendo la cabeza ante las respuestas de Integra. Había oído sus pensamientos.

Ella es tan fría. No tiene ninguna emoción femenina.

Por sus respuestas, adivino porqué la gente la llama la Reina del hielo.

Lo siento por la pobre alma que se case con ella.

El turno de James.

-Sir Hellsing...-Comenzó.-Si me convierto en su esposo, usted aquí y ahora¿Puede prometerme...

Con tal principio, la gente contaba con una pregunta muy importante.

-... Que nunca tendré que dormir en el sofá si se enoja conmigo?- Acabó, con una mueca traviesa.

Mouse intentó no reír. Falló cuando ella vio caer las quijadas de toda esa gente. Por esa pregunta, lo juzgaron.

-Bien...Es estúpido pedir algo así.

-De todas las cosas que él hubiera podido preguntarle.

-Yo nunca hubiera hecho una pregunta tan ridícula.

Integra fue tomada por sorpresa, pero contestó con la frialdad del hielo.

-Si me hace enfadar, no tendrá que preocuparse de dormir en el sofá. Pero debería decidir qué diseño preferirá, de antemano, para su ataúd.

James sonrió con la respuesta y después hizo la segunda pregunta.

-Si no me caso contigo...-Miró a Mouse, no a Integra.-¿Puedo pedirle su número telefónico a su guarda-espaldas?

Los espectadores, jadearon por tal astucia. ¿Cómo se atrevía , un hombre casi comprometido, a pedirle a otra mujer, delante de su futura esposa...Su número telefónico? Sin embargo, a Integra no parecía importarle. Miró a Mouse, que intentaba parecer inocente.

-Puede tenerlo, si no lo elijo. ¿Está bien para tí, Kalle?

-Espere un momento...- Rabió minuciosamente Sir Wellington, insultando por debajo a su hijo.-Sir Hellsing ¿Qué...?

-Cierra la boca, papá, todavía no acabo.-Lo regañó James.

Integra levantó una ceja . Era la primera vez que veía a un hijo responderle de forma tan rígida a su padre. Entre los Caballeros, James era su hombre. Punto a favor.

-¿Su tercera pregunta?

James volvió su atención a Integra. Se acercó a ella.

-¿Me perdonaría?- Miró fijamente a sus ojos.

-¿Por qué?

-Por esto.

Repentinamente, James asió a Integra por la cintura, la atrajo hacia él, le robó un beso. No solamente Integra, toda la corte se sorprendió de sus acciones. Ella iba a darle una bofetada, respuesta-reflejo; pero él había anticipado eso y bloqueó ese intento. James bebió profundamente de sus labios. Si lo mataría por eso, quería que valiera la pena. Pero pronto, el beso terminó con Integra alejándose bruscamente.

James sonrió como respuesta.

-Kalle.-Llamó a Mouse, una vez que Integra volvió a sentarse.

-Sí, Sir Wellington.

-¿No dijo usted que mataría a cualquier hombre que pusiera una mano sobre su Amo?-Preguntó lentamente, mientras tomaba la mano izquierda de Integra y la besaba.

La chica se rió de su inteligencia, pero sacó su arma y lo señaló.

-Exactamente.-Dijo ella, mientras amartillaba.

El cuarto entero contubo la respiración. Sir Wellington hizo ademán de enfrentar a Kalle, pero Sir Hellsing habló antes de que fuera necesario:

-Suficiente. James ganó.

-Sí, Amo.

-Kalle, nos ha derrotado.-Confirmó.

-¡Sí!-Exclamó animado Sir Wellington Jr., viéndose un paso más cerca de la Organización de Hellsing.

Sir Wellington dio a su compañero Caballero un asentimiento. Apenas recordaban la apuesta, cuando La Reina habló:

-Bien.-Los invitados respiraron hondo.-Sir Integra abrirá sus regalos y luego tendremos pastel.

Suspiro general.

En el salón , James miró como todas las invitadas comentaban su galantería. Más no dejó de ver a Mouse. Hubiese ido a hablarle, si su padre no lo hubiera tomado por el cuello , empujándolo a un círculo de invitados demasiado cercanos.

-Buen trabajo, mi muchacho.-Lo elogiaba una y otra vez.

Cuando se vació la primera sala, Mouse desapareció, para re aparecer tras Integra, como si hubiera estado allí todo el tiempo. Nadie notó esto, demasiado interesados estaban en los presentes y en la expresión de Sir Hellsing ante cada uno.

-Un collar.-Anunciaba, por ejemplo, sosteniéndolo alto, para que todos lo vieran.

-Un diamante esmeralda.-Corrigió con orgullo Sir Michael Kensington Jr.

Por dentro, Integra suspiró pesadamente. Allí no había nada que en verdad fuera a usar. Regalos para una dama, o viajes demasiado exóticos, u alguna otra cosa que las mujeres "normales" adoraban. Pero no ella. No era nada normal y cada regalo demostraba lo poco que la conocían. Y entonces lo vio. El último regalo. Mientras que los otros estaban envueltos en papel brillante, felices y ostentosos, aquel no lo era. Integra lo tomó y lo miró cuidadosamente. Era una larga caja rectangular. Envuelta en negro y con un lazo rojo sangre. Cuando entendió, sonrió.

-Lo hizo con su propio lazo.-Musitó.

-¿De quién es?-Preguntó alguien.

-No hay tarjeta.-Aclaró Integra.

-Oh, un regalo misterioso.-Rió alguien más, entre dientes.

-Bien entonces, ábralo.- La impulsaron los otros.

Integra abrió la caja y sus ojos salieron de sus órbitas por la sorpresa y el placer. ¡Al fin algo que podría usar y disfrutar! Tomó el arma de la caja y la acarició cariñosamente. Estaba hecha a mano y era buena. Tanto detalle era hermoso.

-¿Y bien, qué es?-Una voz más, preguntó.

Integra lo enseñó y sonrió aún más cuando vió el asombro caer sobre sus rostros. Sabía que no lo aprobarían.

-¿En el nombre Dios, quién le daría a un muchacha un arma por su cumpleaños?-Comentaron algunos murmullos.

-No cualquier arma: es un rifle de caza , Ferlach. Es uno de los más raros del mundo. Cada parte de él se hace a mano totalmente. Toma años crear tan solo uno de éstos. Y no es cualquier Ferlach, es un estupendo luxe.

-Hay algo escrito en él. -Precisó un invitado.

-Díganos qué es.-Pidieron otros más.

Sir Wellington tomó el arma de Integra.

-No está en inglés.-Declaró.

-Es Rumano.-Integra aclaró.

-¿Y qué dice?-La desafió.

-"Un arma con un perno de leña es inútil. Al igual que yo sin usted."- Integra dijo, deslumbrada.

-Oh, es romántico.- suspiró Lady Cooed Smyth.-En una forma "militar", es romántico.

-¿Es todo lo que dice?-Preguntó Sir Hipwood.- Son muchas líneas para una sola frase.

Integra no iba a mencionar el resto, porque sabía que se escandalizarían, pero puesto que fue lo que pidieron:

-"Y según cuantas balas haya en éste rifle, llenaríamos nuestra casa de niños."-Recitó.

-¿Hay algún compañero muy cercano a usted¿Nadie sabe quién será el amigo misterioso de Sir Integra?-Preguntó Sir Drake, lleno de curiosidad.

Los ojos de Sir Wellington se posaron en Integra. Él sabía de quién provenía ese regalo, tanto como ella.

-¿Cuántas balas tiene?

Integra manipuló el rifle y tres cayeron hacia fuera.

Lady Rogers contó.

-Su hombre misterioso quiere tres hijos.

-Miren, dos azules y uno rosa.-Lady Smyth.- Él quiere dos hijos y una hija.

-Integra¿No nos dirá, quién es?

-¿Alguien de la corte?

-¿Es un hombre del trabajo o de su tiempo libre?

Integra hizo una mueca.

-Es un hombre que sabe lo que desea su Señora , en verdad.- Dijo Integra.

-¿Y usted desea rifles?

-No, deseo... Ser única.- Integra sonrió.

Se puso de pie.

-Kalle.

-Sí, Amo.-Mouse dijo, llamando la atención desde la sombra.

-Es tarde, hay trabajo mañana.

-Sí, Amo.

Integra dejó que los invitados la repudiaran por abandonar la velada y todos sus presentes, salvo uno: El rifle.

-Su majestad...- Se inclinó.-Ha sido una noche maravillosa. Gracias.

La Reina pudo sonreír y sacudir la cabeza.

-Es agradable oírlo de usted, Sir Hellsing . Felicitaciones por su compromiso con Sir James Wellington. En dos días, haremos los avisos formales.

-Sí, su Majestad.

Se fue.

-Corríjame si esa mujer no es más extraña de lo que ella misma quisiera ser...-Comentó Sir Boxby.

Mientras que se iban, Mouse silbó y la música comenzó.

- ¿Qué fue eso?

-Mi regalo de despedida a sus pretendientes.-Explicó Mouse.

"Sitting on a bar stool Acting like a dern fool, that's what I'm a doin' today. I'm sittin' here drinkin', Tryin' to keep a thinking I'm crusin' my troubles away. Well now I couldn't make her stay.

Well dog gone her anyway. She can't say that I didn't try-hi-hi. Poor me another one I'm finished with the other one. I'm drinkin' my baby Integra goodbye.

Every time we disagree she was always asking me, Are you a man or a mouse? Now that she's gone she probably thinks that I'm home just a moping around the house. She probably thinks that she's the one thing I just couldn't get along without. Well wouldn't this surprise her

I gotta sympathizer as long as these bottles hold out.

Sitting on a bar stool Acting like a dern fool, that's what I'm a doin' today. I'm sittin' here drinkin', Tryin' to keep a thinking I'm crusin' my troubles away. Well now I couldn't make her stay.

Well dog gone her anyway. She can't say that I didn't try-hi-hi. Poor me another one I'm finished with the other one. I'm drinkin' my Integra goodbye.

Every time I tried to sit down and talk with her it always ended up in a fuss. I tried to reason with her right up till the time that she got on that Greyhound bus. It'ad be better if I just forget if 'cuz she sure forgot about me. And if it takes all night I'm gonna do it right. I'm gonna sit here till I can't see.

Sitting on a bar stool Acting like a dern fool, that's what I'm a doin' today. I'm sittin' here drinkin', Tryin' to keep a thinking I'm crusin' my troubles away. Well now I couldn't make her stay.

Well dog gone her anyway. She can't say that I didn't try-hi-hi. Poor me another one I'm finished with the other one. I'm drinkin' my Integra goodbye."

-¡INTEGRA!-gritó Sir Wellington.

James Wellington, por otra parte, no podía parar de reír.

Integra oyó a Sir Wellington gritarle y terminó por sonreír.

-Mouse, es cierto que eres diabólica.- Felicitó.

-Gracias, Amo. Eso intento.-Contestó Mouse, dando muecas de gracia.

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